Los educadores y su capacidad creativa
Los educadores y su capacidad creativa
Paulo Freire, pedagogo brasilero, escribe: “Es necesario que la maestra o el maestro dejen volar creativamente su imaginación; demostrando a sus alumnos la importancia de la imaginación en nuestras vidas… la imaginación naturalmente libre, volando o caminando o corriendo suelta.”
La creatividad es un término que habitualmente se emplea para significar la obra de grandes genios como músicos, escritores, pintores, etc.
“Se habla de creatividad
enmarcando la significación del término en sus componentes de libertad,
informalidad y azar. Esto hace suponer que la creatividad es producto de mentes
privilegiadas o exquisitas que, en un momento de sus vidas, y como fruto de la
casualidad, se encontraron con la “idea genial” o el “descubrimiento
imprevisto”. (Capitanelli, M.S., Fader, R., Kemelmajer, J, Porcar, M.L., 2004).
Por otro lado, existe hoy una
visión bastante difundida, que confirman los psicólogos: la mayoría de las
personas poseen un talento natural, una aptitud para una actividad particular.
Teresa Amabile, psicóloga, apunta
“el núcleo de la creatividad está allí, en el niño: el deseo y el impulso de
explorar, de descubrir, de probar, de experimentar con formas diferentes de
manejar y mirar las cosas”.
Es decir que la creatividad es el
estado natural del niño.
¿Qué concepción tienen las instituciones escolares y sus educadores?
“Sin duda la escuela elige, con
sus condicionamientos, si acepta trabajar con un niño que pueda exteriorizar en
sus dibujos (o creaciones) sus propias teorías del mundo y sus percepciones, o
si seguirá trabajando para un niño, vacío de ideas, al que hay que proponerle
cosas banales limitando al mismo tiempo su capacidad creadora.” (Tonucci
Francesco, 1996)
Educar en la creatividad es
educar para el cambio y formar personas ricas en originalidad, flexibilidad,
visión futura, iniciativa, confianza; personas entusiasmadas con los riesgos y
listas para afrontar los obstáculos y problemas que se les van presentando en
su vida escolar y cotidiana. Además, educar en la creatividad es ofrecer
herramientas para la innovación.
“Las
personas grandes me aconsejaron
que
dejara a un lado los dibujos de serpientes boas abiertas o cerradas
y que me
interesara más en la geografía, la historia,
el
cálculo y la gramática. Así fue como a la edad de seis años
abandoné
una magnífica carrera de pintor”
Antoine
de Saint- Exupéry
Autora: Cecilia Mazurenco
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